Mucha gente desconoce el significado de esta expresión, pero una It-girl viene a ser una atractiva joven que recibe una intensa cobertura mediática generalmente no por sus logros personales, sino por tener un estilo concreto que suele ser bastante imitado y que marca mucha tendencia. Con esto me refiero a que si esa “celebridad” en concreto comienza a llevar habitualmente algo, o lleva el pelo de determinada manera, se suele popularizar y masificar su uso entre sus seguidoras. Por lo general las It-girls suelen ser modelos, actrices, “hijas de”, socialités o herederas de grandes fortunas, que sienten pasión por la moda y muchas de ellas han ejercido alguna vez como modelos y musas de grandes diseñadores.
Unas de las It-girls que actualmente tienen bastante tirón son Blake Lively y Leighton Meester, que son las dos actrices principales de Gossip Girl, una de las series que más éxito entre los jóvenes está teniendo en EE.UU., aunque no hay que olvidar a Agyness Deyn (heredera de Kate Moss), las gemelas Olsen (que hasta hace unos años estaban entre las menores de edad más ricas e influyentes del mundo), Olivia Palermo, o cómo no, Sarah Jessica Parker (más conocida como Carrie en Sexo en Nueva York).
De ellas poco cabe añadir más…aparte de que viven muy bien, de evento en evento, con los más cool entre los cool, y encima cobrando por ello… ¿quién no se cambiaría?
noviembre 28, 2010
noviembre 21, 2010
Las compras online (II PARTE)
Hola a todo el mundo…Hi everybody!
No es ni mucho menos que me haya internacionalizado, sino que voy a hablar de qué es lo que pasó exactamente, como os comenté no hace mucho, con la compra que realicé de la firma británica ASOS.
La verdad es que la otra vez me enrollé bastante contando la historia…pero ahora voy a ser un poco más breve porque la resolución no da mucho más de si... Para volver un poco en situación sólo comentaré que hace ya un par de meses me decidí a probar y a realizar mi primera compra online, con toda la ilusión del mundo…después de casi un mes de espera, me dijeron (y aquí es dónde viene la resolución) que lo sentían mucho pero que… ¡MI PAQUETE SE HABÍA PERDIDO! oooooooooooooh…(con voz de desilusión).
La verdad es que ahora me lo tomo un poco a risa, pero en su momento me fastidió bastante…menos mal que la compañía me devolvió el dinero a los pocos días de poner mi última reclamación (¡por fin!), la verdad es que en eso no puedo tener ninguna queja.
Lo mejor o peor de la historia (según se mire) es que de la alegría que me dio ver todo mi dinero intacto ingresado de vuelta, me fui con mis amigas a cenar y me lo gasté prácticamente todo…pero eso sí, ¡disfrute de él como nunca!
Ahora la verdad es que me lo pensaré a la hora de realizar otra compra online…todavía tendrá que pasar un tiempo antes de que vuelva a caer en la tentación, aunque no dudaré en contároslo cuando así sea.
Aqui os dejo un video de ASOS con el making-off de la revista de otoño/invierno 2010...en el que por cierto sale el sombrero que pedí y que ya nunca tendré porque está agotado...¡mecachis!
No es ni mucho menos que me haya internacionalizado, sino que voy a hablar de qué es lo que pasó exactamente, como os comenté no hace mucho, con la compra que realicé de la firma británica ASOS.
La verdad es que la otra vez me enrollé bastante contando la historia…pero ahora voy a ser un poco más breve porque la resolución no da mucho más de si... Para volver un poco en situación sólo comentaré que hace ya un par de meses me decidí a probar y a realizar mi primera compra online, con toda la ilusión del mundo…después de casi un mes de espera, me dijeron (y aquí es dónde viene la resolución) que lo sentían mucho pero que… ¡MI PAQUETE SE HABÍA PERDIDO! oooooooooooooh…(con voz de desilusión).
La verdad es que ahora me lo tomo un poco a risa, pero en su momento me fastidió bastante…menos mal que la compañía me devolvió el dinero a los pocos días de poner mi última reclamación (¡por fin!), la verdad es que en eso no puedo tener ninguna queja.
Lo mejor o peor de la historia (según se mire) es que de la alegría que me dio ver todo mi dinero intacto ingresado de vuelta, me fui con mis amigas a cenar y me lo gasté prácticamente todo…pero eso sí, ¡disfrute de él como nunca!
Ahora la verdad es que me lo pensaré a la hora de realizar otra compra online…todavía tendrá que pasar un tiempo antes de que vuelva a caer en la tentación, aunque no dudaré en contároslo cuando así sea.
Aqui os dejo un video de ASOS con el making-off de la revista de otoño/invierno 2010...en el que por cierto sale el sombrero que pedí y que ya nunca tendré porque está agotado...¡mecachis!
noviembre 15, 2010
Un, dos, tres…clóname otra vez
Este es un tema que me interesa bastante, aunque es bastante extenso depende de cómo se quiera ver…
Este post lo voy a dedicar a los CLONES, o cómo firmas de bajo coste se “inspiran” en modelos de marcas de lujo, para ofrecernos modelitos bastante parecidos a nivel físico y palpable, pero no para nuestros bolsillos (afortunadamente).
Me acuerdo que este tema empezó a llamarme la atención hace un par de años, cuando tenía una graduación a la que ir… Un jueves por la tarde, salí de la UA y me pasé por el Centro Comercial Plaza Mar 2 para echar un ojo en Zara y ver qué modelitos interesantes habían por allí… automáticamente me enamoré de un vestido negro (todavía lo recuerdo) que debí comprarme en ese mismo instante, pero el cual dejé pasar porque preferí comentárselo antes a mi madre… Cuál fue mi sorpresa cuando llego unos 4 días después, y me dice una de las dependientas que ese vestido ya no está porque lo han retirado… ¡qué raro!, pensé…pero no le di mayor importancia…
A los pocos días lo comenté con un amigo, y ahí fue cuando me enteré de todo. Resulta que Zara, se había “inspirado” (quizás más de la cuenta) en algunos vestidos de grandes marcas, (como Balmain) y esta última había amenazado con demandar a la cadena española si no retiraba esos vestidos de la colección.
Este tema parece raro, si te paras a pensar que por una simple “inspiración”, una firma es capaz de demandar a otra igual o más poderosa si cabe, pero es que puedo asegurar (tras ver las fotos de ambos modelitos y poder compararlos yo misma) que de inspiración NADA, eso era un clon en toda regla, lo único que cambiaba era el precio del vestido…el de Balmain pasaba los 6000€, y el de Zara rondaba los 70€.
Claro está, esta no es ni la primera ni la última vez que una cadena low-cost, se inspira en la colección de una firma de lujo. Es más, hay una web que habla exclusivamente de ello, y es que más de una vez le han llamado la atención al ojito derecho de Amancio Ortega por “inspirarse” un poco más de la cuenta…
De este negocio, para más inri, se genera otro más, pero esta vez para las compradoras avispadas que se han podido hacer con las prendas en cuestión, ya que una vez retiradas de circulación su valor se sobrevalora, y se llegan a vender por Ebay por mucho más de lo que le ha costado a la compradora inicialmente…
De todas formas, gracias Amancio, por hacernos la vida un poco más fácil ;)
Este post lo voy a dedicar a los CLONES, o cómo firmas de bajo coste se “inspiran” en modelos de marcas de lujo, para ofrecernos modelitos bastante parecidos a nivel físico y palpable, pero no para nuestros bolsillos (afortunadamente).
Me acuerdo que este tema empezó a llamarme la atención hace un par de años, cuando tenía una graduación a la que ir… Un jueves por la tarde, salí de la UA y me pasé por el Centro Comercial Plaza Mar 2 para echar un ojo en Zara y ver qué modelitos interesantes habían por allí… automáticamente me enamoré de un vestido negro (todavía lo recuerdo) que debí comprarme en ese mismo instante, pero el cual dejé pasar porque preferí comentárselo antes a mi madre… Cuál fue mi sorpresa cuando llego unos 4 días después, y me dice una de las dependientas que ese vestido ya no está porque lo han retirado… ¡qué raro!, pensé…pero no le di mayor importancia…
A los pocos días lo comenté con un amigo, y ahí fue cuando me enteré de todo. Resulta que Zara, se había “inspirado” (quizás más de la cuenta) en algunos vestidos de grandes marcas, (como Balmain) y esta última había amenazado con demandar a la cadena española si no retiraba esos vestidos de la colección.
Este tema parece raro, si te paras a pensar que por una simple “inspiración”, una firma es capaz de demandar a otra igual o más poderosa si cabe, pero es que puedo asegurar (tras ver las fotos de ambos modelitos y poder compararlos yo misma) que de inspiración NADA, eso era un clon en toda regla, lo único que cambiaba era el precio del vestido…el de Balmain pasaba los 6000€, y el de Zara rondaba los 70€.
Claro está, esta no es ni la primera ni la última vez que una cadena low-cost, se inspira en la colección de una firma de lujo. Es más, hay una web que habla exclusivamente de ello, y es que más de una vez le han llamado la atención al ojito derecho de Amancio Ortega por “inspirarse” un poco más de la cuenta…
De este negocio, para más inri, se genera otro más, pero esta vez para las compradoras avispadas que se han podido hacer con las prendas en cuestión, ya que una vez retiradas de circulación su valor se sobrevalora, y se llegan a vender por Ebay por mucho más de lo que le ha costado a la compradora inicialmente…
De todas formas, gracias Amancio, por hacernos la vida un poco más fácil ;)
noviembre 08, 2010
Porque a veces lo barato…sale caro
Todos conocemos la expresión bueno, bonito y barato, pero en bastantes ocasiones, que se reúnan estos 3 factores, suele ser un poco más difícil…
Esto es lo que puede pasar en ocasiones cuando compramos en una cadena de ropa low-cost…que cosas bonitas nadie duda que tenga (muchas además) pero si hablamos de calidad ya entramos en un terreno más complicado…
Ante todo, debo admitir que no siempre es así…sería una hipócrita si me basase solamente en esta afirmación. Yo soy la primera que me emociono cuando llegan las rebajas…sobre todo teniendo en cuenta que al ser estudiante y no tener apenas ingresos soy de las que se emocionan el 7 de enero o comienzos de verano pensando en las “gangas” que me voy a comprar y lo que las voy a aprovechar…pero no todo es felicidad.
No habría espacio en este blog para enumerar la cantidad de prendas que me he comprado con toda la ilusión del mundo, y que no me han durado ni 2 lavados de lavadora. Al principio, años atrás, le echaba la culpa a mi madre:
- Mama, ¿ya me has encogido el vestido que me compré el otro día?
- “Esta falda que me compré el mes pasado pensaba que era azul…anda no, se ve que me la vendieron desteñida y yo sin darme cuenta…”
- ¡Anda!, ¿y esta camiseta de manga corta de dónde ha salido? Ah no…pero si yo juraría que era de manga larga acampanada…
Y así un sinfín de quejas más, achacándole todas estas desgracias a la santa de mi madre…pero poco a poco, con el paso de los años me di cuenta de que la pobre mujer no tenía culpa alguna, más bien era culpa de la calidad de la ropa de mi querido amigo Amancio Ortega, dueño y señor del Imperio low-cost por excelencia, o sea, Inditex.
noviembre 05, 2010
Compras online (I PARTE)
Hace casi un mes estaba navegando por la red cotilleando por Facebook y no sé cómo llegue a la cuenta de una “amiga de amigo” (más bien amiga de AMIGOS, porque ya se sabe que con esta red social descubres conocidos en común con quien menos te lo esperas…) y bien, el caso es que la chica le recomendaba a una amiga suya que se metiera en la página online de ASOS, porque estaba de rebajas y demás, y que no dejara pasar la oportunidad, que era muy fiable, que ella ya había comprado varias veces allí, y que era todo un chollazo…patatín, patatán.
Para ponernos en situación, ASOS es una cadena británica de ropa, productos de belleza, accesorios y demás, que sólo vende vía online y que tiene un gran éxito (sobre todo en Reino Unido) aunque vende en todo el mundo.
Para ponernos en situación, ASOS es una cadena británica de ropa, productos de belleza, accesorios y demás, que sólo vende vía online y que tiene un gran éxito (sobre todo en Reino Unido) aunque vende en todo el mundo.
Volviendo a la historia, la chica le decía a su amiga que se metiera apresuradamente a la página de la cadena británica porque había una gran cantidad de ropa rebajada de la temporada pasada, y que merecía realmente la pena porque los vestidos, por ejemplo, pasaban de estar de 60 a 15€, y así con el resto de moda y complementos.
La verdad es que me metí por curiosear, y al final me llamaron bastante la atención algunos chollazos, por lo que acabé cayendo en la tentación, me animé, piqué, y compré. Una vez realizada la compra, te dicen una fecha aproximada de llegada…bien, pues mi fecha creo recordar que era 23 de octubre (unos 10 días hábiles desde que se realiza en encargo). Hasta aquí todo parece maravilloso, si no fuera porque a día de hoy (5 de noviembre) todavía no ha llegado nada a mi casa… ¡Oh Dios mío!, pensé hace unos días…por lo que me dispuse a poner una reclamación para saber que había pasado. En una hora aproximadamente, me contestaron que tuviera paciencia, que lo sentían mucho, y que mi pedido estaba seguro a punto de llegar, pero que no fuera impaciente y que si a día 12 de noviembre todavía no había llegado, que me volviera a poner en contacto con ellos para que pudieran tomar las medidas adecuadas...
Y aquí estoy todavía, esperando que llegue el vestido que me pensaba poner la semana pasada (que ilusa soy), o en su defecto esperando que llegue el día 12 para poderles cantar las cuarenta (o que me devuelvan mi dinero directamente).
¿Cómo terminará la historia? Eso me gustaría saber a mí…
Prometo publicar la resolución en una II parte de “Las compras online: o cómo Marina fue timada por una multinacional británica”.
Próximamente, aqui. ;)
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